“¿Cómo comencé? ¿Es que hay algún comienzo? Creo que toda mi vida he estado viviendo / trabajando / aprendiendo / experimentando / compartiendo. Desde niña, he sido curiosa con respecto a la vida en general, y a las actitudes y las formas de vida de las personas en particular. Siempre planteándome preguntas, nunca abandoné la época de los ¿por qué? Ahora, ya no sé si son tan necesarios los ¿por qué? y ni siquiera los ¿para qué? Muchas veces, ellos obturan las experiencias porque nos dan la falsa seguridad de razones y motivos, que son múltiples e infinitos. Entregarme a la totalidad del ahora (tan rica, variada, fecunda, maravillosa) me parece una opción más valiosa”.
Así comienza su presentación la Chica Emprendedora de hoy. Se trata de Laura Foletto, Directora de Abrazar la Vida, Terapias y Recursos para Crear tu Vida en la Nueva Energía.
Y esa niña curiosa por las actitudes de las personas en particular, en un momento, decidió enfocar su vida en el desarrollo humano: “Volviendo al comienzo (¿?), no me recuerdo sin un interés voraz por todo. A raíz de grandes cambios a los veinticuatro años, comencé a hacer terapia y me focalicé en el desarrollo humano (aunque siempre conservo la mirada inocente y maravillada del niño frente a un mundo siempre cambiante). Llegaron cursos, libros, seminarios, prácticas espirituales, experimentaciones varias. Iba evolucionando y encontrando cada vez más potencial”, comenta nuestra Chica-E sobre el inicio de lo que más tarde fue su vocación.
¿Por qué será que todo parece vacío hasta que abrazamos nuestra pasión? No es extraño que algunos emprendedores vayan de un trabajo a otro buscando satisfacer algo que nunca encuentran y, en algunos casos, hasta convencerse de lo que ellos ya no están convenidos. Laura comparte su experiencia al respecto: “Pasé de un trabajo al otro, sin poder hallar lo que me llenaba. En 1990, cansada de enfermedades y síntomas floridos, me di cuenta de que necesitaba interrogar a mi cuerpo, no sólo a mi mente. Comencé la carrera de Terapeuta de Integración Cuerpo-Mente y un mundo nuevo se abrió y me llenó de plenitud. Al iniciar el tercer año, estaba en una terrible crisis con mi situación laboral. Ya no podía continuar con lo que hacía y no encontraba cómo canalizar mi vocación, mi misión. En un arranque desesperado, dejé de trabajar, me encerré y grité al cielo: ‘Si hay un Dios, que me diga qué hacer’. Era muy dramática yo en ese tiempo… Pasaron unos meses y, ya en el colmo, llorando a mares un día, escucho en mi corazón: ‘Ya estás en el camino, ¿no te has dado cuenta?’. ¡La dificultad de ver lo obvio! Terminé mi carrera de Terapeuta y comencé a trabajar“.
Parece mentira que después de tanto esfuerzo para lograr nuestro sueño emprendedor, finalmente lo lograrmos… nos sorprenden los miedos y las incertidumbres. “¡Pánico inicial! ¿Qué hacer frente a un paciente? ¿Qué técnicas usar, qué prácticas elegir? Recordé que mis maestros (Chía Rodríguez y Roby Liaskowsky) nos habían dicho: ‘Ustedes no leyeron sobre esto; ustedes experimentaron esto, lo incorporaron. Confíen en que saldrá lo que sea necesario para el momento’. Sin darme cuenta, abrí la puerta a la conexión con el Campo, como dice Chopra. Era cuestión de estar accesible, limpia, sin preconceptos y, en esa apertura, todo llega simple y contundentemente“, explica Laura sobre el pánico inicial que sintió frente a esa nueva etapa.
Con nuestros emprendimientos en marcha y aspirando a continuar creciendo, siempre estamos buscando ideas para re-crearnos y mejorar nuestra oferta de servicios o productos. Transitando un camino similar, nuestra Chica-E creó su web: “Pasaron distintos desafíos y evoluciones y, unos años después, pedí una renovación, algo novedoso y diferente. Un día, esperando en un estudio de televisión para hacer una participación en un programa, me pongo a charlar con un chico. Me cuenta que va a hablar sobre computación e Internet. Le comento qué hago y me dice que eso estaría muy bueno para tener un sitio y expandir el tema. Sentí que esa era la respuesta a lo que había pedido. Vinieron muchos aprendizajes más. Errores (cientos), ensayos, autodidactismo virtual (horas frente a la compu para sacar un programa, para promover el sitio, para entender los códigos del cyberespacio), aciertos y, fundamentalmente, una gran cantidad de personas que, cada una, me dejó tanto (y más) de lo que ofrecí”.
Entre los logros que le dieron una gran felicidad se encuentra el curso de Sanación Integral del cual es autora, porque además de su vocación como terapeuta, abraza la pasión por la escritura: “Me dio una enorme felicidad escribir el Curso de Sanación Integral (que luego resumí en Libros Digitales). Me llevó un año de investigación, redacciones, sincronicidades mágicas, alegría, frustración, hallazgos preciosos. Primero me sirvió a mí y luego a los que lo hicieron. También, fue la concreción de otra vocación, la escritura. Ahora, lo hago en el blog, en los boletines, para otros portales de Internet, mientras planifico en mi cabeza un nuevo libro“.
Nada comparto más con nuestra Chica-E que el hecho de que somos hacedores de nuestras vidas. Aprendemos de todos y con todos, pero somos nosotr@s los que ponemos manos a la obra, los que trasnformamos una idea (o nuestra vida) en una empresa concreta y exitosa. “Crezco junto con mis pacientes y con los visitantes del sitio. Creo firmemente que Todos Somos Uno. Que nos conectamos a niveles sutiles y que, entre todos, nos brindamos las enseñanzas que necesitamos. En esta Nueva Energía, ya no nos podemos esconder en papeles de víctimas. Somos Creadores de nuestras vidas. Totales y absolutos. Somos inmensamente poderosos (más allá de los miedos y las dudas del Ego). Reclamemos nuestro Poder. Somos profundamente amorosos (en la profundidad del Espíritu). Comencemos por nosotros. Somos intensamente libres (para disfrutar de esta Tierra abundante y hermosa). Este es el momento: AHORA. Aquí estoy para acompañarte”, dice Laura animándonos a actuar.
Lo que más me ha gustado de su propuesta emprendedora es algo que encontré en su web:
¿Sabes por qué llamé al sitio ABRAZAR LA VIDA? Porque estoy en desacuerdo con lo que nos han enseñado acerca que debemos conseguir las cosas luchándola (como si estuvieras en una guerra), con esfuerzo y sacrificio. ¡Ya no más! (…) Abrazar todas las experiencias con la actitud del niño que explora, asimila y continúa por más, sin remordimientos, culpas, cargas ni amarguras. Siempre nuevo y limpio.
¡Muchas gracias, Laura! Por compartir tu historia emprendedora y enseñarnos que toda Chica-E puede abrazar la vida y ¡su emprendimiento también!