
Y aquí sigo ordenando mis múltiples vidas online, para renovar este amado blog 🙂
En medio de esta tarea me encontré con unos posts que casi me pongo a llorar (cheeee, de verdad, merecía el lagrimón je). Otros me hicieron reír y otros… me sacaron una sonrisa, de esa que te hace poner una carita como mirando al horizonte, recordando cosas lindas.
Causalidades
Mirá lo que encontré del 4 de abril de 2012 (OMG, sí, lo sé… es el precámbrico, pero me gustó).
Creo en las causalidades IN-discutiblemente. Entonces… aquí va:
En la semana de todo emprendedor pasa de todo…
Y también pasa el ANIMARSE a reconectar con el CORAZÓN de nuestro EMPRENDIMIENTO. Son momentos en los que vale la pena preguntarse: ¿cuál había sido la motivación original de CREARLO? ¿Cuál era el móvil que le había inspirado a dar el primer paso? Siempre vale la pena volver a la “célula madre” del negocio.
En la vorágine de generar IDEAS, no queremos morir tapados por ellas… no al menos sin antes haberlas concretado. En la vorágine de generar redes de contactos -tan importantes para potenciarnos-, no queremos morir “mal enredados” 😉
El día a día, el trabajar, el producir, el ganarle al tiempo para producir más y mejor -¿se puede ganarle al tiempo?-; quizás nos hace perder el foco.
¡Escuchemos los latidos del negocio como la primera vez!
Volver a casa
A veces pasa la vida y te vas alejando de tus sueños, de lo que más querías hacer en tu vida cuando eras así de chiquitita o… así de grande como esta editora.
¡Qué más da la edad que tengas vos o tu sueño!
Siempre estás a tiempo. ¡Sabelo!
Quizá te llegó la hora de volver a casa, a ese lugar que todo es como debe ser y sobre todo, es el lugar en el que sentís de corazón que debes estar.
Es el lugar en el que sentís que pertenecés.
Amiga, ¿volvemos a casa? 😉
Sigo disfrutando de mi tecito.
Con afecto,
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